
Bajando en la estación de Matsumoto, camina unos veinte minutos, el majestuoso Tenshu (天守)de Matsumoto te recibe con un espectacular edificio de cinco pisos. El Tenshu o Tenshukaku (天守閣)es el edificio más alto del castillo de los señores feudales “Daimyo” donde vivían. Era como un símbolo de su castillo, demostrando su poder a los señores feudales de otras regiones y, al mismo tiempo, era el orgullo del pueblo. Además, tenía un rol, el de vigilar (yagura en japonés, 櫓) a los invasores durante la guerra. Por cierto, este edificio se ve como si tuviera cinco plantas desde afuera, pero al entrar, su interior está dividido en seis pisos.

Hablando de este icono del castillo japonés, hay doce Tenshu que se conservan. O sea, son los que fueron construidos antes de la época de Edo, aunque han sido retocados varias veces, la mayoría de su originalidad como su diseño o arquitectura se mantienen desde hace 400 años. Los que se pueden ver en algunas partes, excepto estos doce Tenshu, son los que fueron reconstruidos después de la época de Edo con madera u hormigón. Ahora, dentro de los 12 Tenshu que se quedan hasta ahora, solamente hay dos que tienen cinco edificios. Uno es el de Himeji, conocido como el castillo blanco o denominado Shirasagi(白鷺, garceta grande oriental ) de Hyogo. Otro, es el castillo negro de Matsumoto, “el castillo de karasu” (鴉, cuervo) en Nagano. Este magnífico castillo negro está sobresaliendo desde el lienzo del cielo. Y es un ejemplo de la fortaleza del pueblo de Matsumoto ya que se lo rescato de ser subastado.

Pero, ¿porqué es de color negro? Dicen que era por una razón técnica. O sea, durante la época del shogunato Hideyoshi Toyotomi (豊臣秀吉)se usaba la laca negra para proteger contra la lluvia y la humedad, por lo tanto, al construir el Tenshu se le pintaba con laca negra el recubrimiento de la parte baja de la pared de estuco para evitar que se desmoronara. Sin embargo, el que llegó al puesto del shogunato después de Toyotomi, fue Ieyasu Tokugawa(徳川家康), quien abrió la época de Edo, implementando un nuevo material de construcción, el yeso para cubrir las paredes exteriores. Esto era para que resistieran a los incendios. Lo curioso del contraste del negro de Toyotomi y el blanco de Tokugawa es lo que se ve ahora en los Tenshu de cinco edificios que se quedan en Japón en el de Himeji y de Matsumoto. Ieyasu Tokugawa fue quien combatió contra el grupo de Toyotomi para llegar al puesto de shogunato. Pues, el rol de este castillo negro de Matsumoto era para vigilar a Ieyasu Tokugawa, mientras tanto el otro precioso castillo blanco que se conserva, el de Himeji, era del yerno de Ieyasu Tokugawa. O sea, los dos únicos Tenshu de cinco edificios que se conservan hasta ahora en Japón son de blanco de Tokugawa y negro de Toyotomi. Una coincidencia de la historia, ¿verdad?

Por cierto, el color negro era el favorito de Toyotomi, además de la razón técnica de la construcción del Tenshu, porque a él le encantaba el oro. Decía que el negro era el color que le hace ver más brillante el oro. Bueno, ahora ya sabes el pequeño detalle del color del castillo de Matsumoto al contemplarlo, así que es la hora de explorar otros rincones como este en siguiente destino.
