
Es de mañana, estoy en una avioneta rumbo al aeropuerto de Chofu (Tokio), regresando de la isla Kozu. Por la ventanilla aparece un cráter y caldera, es la isla Izu Oshima que es un volcán activo que se formó después de repetitivas erupciones. Desde mi asiento todas las islas de Tokio se parecen a una maqueta.