
Hay una estatua de Qilin en el puente de Nihonbashi en Tokio. Es un animal sagrado de la mitología china y símbolo de la prosperidad. Su figura tiene el cuerpo de un ciervo, casco de caballerías, cola de vaca y un cuerno en la cabeza, por eso a veces lo llaman como unicornio oriental. Pero hay alas en el Qilin de Nihonbashi que es el punto de partida de las cinco carreteras principales de Japón: Tokaido, Nikkokaido, Ousyukaido, Nakasendo y Kosyukaido. Parece que el Qilin de Nihonbashi desea buena suerte a los viajeros que parten hacia su destino como si fuera diciendo “volando desde aquí”.