El día del Niño, el 5 de mayo, es el día que comienza el verano(立夏)según el calendario japonés. En esta época, es lindo pasear por las calles, viendo el contraste de colores de la naturaleza, sobre todo, el verde de las hojas recién salidas y el cielo azul despejado. Mientras disfruto de caminar por los rincones, otros como los agricultores empiezan a prepararse para el ciclo del arroz en los campos.
Sabes que el mes de mayo en japonés se llama “sa-tsuki”(皐月)y tiene el significado del mes en el que se plantan las semillas de arroz. Dicen que “sa-tsuki” proviene de la palabra “sanae-tsuki”(早苗月)y “nae”(苗)significa una planta joven de arroz.
Creo que el arroz es el protagonista del calendario japonés y es un ícono para la cultura gastronómica japonesa como el sake, el agua sagrada para los dioses, o los dulces tradicionales “wagashi”. Lo curioso es que a Japón le llamaban “mizuho-no-kuni” , la tierra en la que crecen las espigas de arroz. Por eso el calendario era la bitácora de los agricultores, y los japoneses lo usaban como una señal de las cuatro estaciones.
Me llama la atención que los japoneses dividieron el año en 24 temporadas, nijyushi-sekki(二十四節気), comenzando el día del solsticio de invierno y les pusieron nombres que simbolizan las características de la naturaleza. Además, cada temporada cuenta con tres periodos: el principio, la mitad y el final, lo que se conoce como shichijyuni-kou(七十二候)que quiere decir 72 micro-climas. ¡Qué detallistas son los japoneses de aquella época! Hablando del calendario, el calendario que se usa actualmente es el calendario solar, conocido como shin-reki(新暦). En Japón, se usaba el calendario lunisolar hasta 1872 que se basa en el ciclo de la luna, o sea, el calendario antiguo que se llama kyu-reki(旧暦). Si te fijas en un calendario japonés, puedes encontrar estas señales y podrías aprovecharlo como una guía para pasear por las calles, sintiendo los cambios de las estaciones.