
Desde arriba se ha conseguido ofrecer una explicación satifactoria a la combinación de iconos que distinguen el paisaje de la isla Kozu. Curiosamente si se observa de izquierda a derecha, tenemos el estrato de obsidiana, vidrio negro que traza una capa horizontal en el acantilado y el monte Tenjo, Tenjosan, cubierto por nubes. La leyenda cuenta que en el monte Tenjo se reunieron los dioses del archipiélago de Izu, al cual pertenece la isla Kozu para hablar sobre la distribución del agua. En esta foto no se aprecia, pero una vez que el cielo se despeja, se expone un paisaje misterioso con una poza en forma de corazón junto con un desierto en la cima del monte. La isla de Kozu dista a solo unos 45 minutos en avioneta desde Tokio y es ideal para desconectar del ajetreo de la metrópolis durante el fin de semana.