
Saliendo de la Estación de Kioto, por la salida Hachijoguchi(八条口), me dirijo hacia el templo de Tō-ji(東寺). En el cruce para tomar la avenida de Ōmiya(大宮通), a cada paso que me acerca, tengo una visión más clara de la Pagoda de 5 historias, de poco a poco se revela el mástil que la corona.

Esta pagoda es la más alta de su tipo en Japón con 55 m. Dentro del recinto se vuelve en el tiempo, el jardín se corona de rosado de la flor del cerezo a finales de marzo, y me imagino estar en el templo del Este de la antigua capital imperial de Heian-kyo que junto con el templo del oeste “Sai-ji” (hoy inexistente), abrían el camino hacia el Palacio Imperial y tenían la función de proteger a la nación.

Al pie de la torre, su tamaño se multiplica, es el efecto visual que produce su arquitectura para engrandecer su alteza. Asimismo, cada sección de la torre fue construida de forma independiente y libre de movimiento, lo que le permite simular el movimiento de una serpiente. La torre se asienta sobre una base de piedra por lo que no tiene cimientos. Esta técnica de construcción busca absorber y difundir la fuerza de los terremotos para prevenir que se derrumbe.

La pagoda es una estructura que ancestralmente se ha utilizado para conservar las reliquias de Buda y es considerada como el “Dainichi Nyorai”(大日如来), el Buda. Dicen que cada nivel se identifica con uno de los cinco elementos cósmicos del pensamiento Budista. Comenzando desde abajo tenemos: la tierra, el agua, el fuego, el aire y el espacio.

El templo de Tō-ji es conocido como el templo público del periodo de Heian, dejando en manos del monje budista Kūkai, quien introdujo el budismo esotérico(密教) en Japón. La actual pagoda se construyo en 1644 y es la quinta generación, a pesar de su solida construcción no pudo evitarse que ardiera cuatro veces, algunas veces por el golpe de un rayo. Sin embargo, el espíritu del templo, el valor implementado por Kūkai, permitió que se vuelva a levantar por los monjes de cada época. Un rincón como esta, es ideal para conocer su valor y su práctica, como si fuera conversando el maestro Kūkai. Nada más está a unos 10 minutos de la estación de Kioto, puedes ver la pagoda más alta de Japón. Bueno, ya es la hora de explorar otros rincones.
