Un viaje ecológico con Andrias Japonicus

Andrias Japonicus, conocida como la salamandra gigante del Japón, es un anfibio legendario de no haber cambiado su forma desde hace 30 millones de años. Es algo increíble y milagroso, ¿verdad? Esta especie japonés, endémica y nocturna, es el anfibio más grande del mundo y solamente vive en Japón, principalmente al oeste de Honsyu.

Sin embargo, el mundo cuenta con un total de tres salamandras gigantes, dos de ellas son la salamandra gigante china (Andrias davidianus) y la salamandra gigante americana (Cryptobranchus Alleganiensis), la famosa Hellbender. Durante la época de Edo, hubo otra persona que sorprendió como yo, al ver esta especie legendaria, el señor Seibold, el famoso médico y botánico alemán. Se impresionó tanto, cuando retornó a Europa, se la llevó con él, lo cual está prohibido ahora ni tocar ni moverlas sin permiso. En la actualidad, la salamandra gigante japonesa está designada como Monumento Natural Especial (1952), por eso, ya no se puede tocar ni mover, a menos que eres un investigador con la licencia o permiso de hacerlo. Según estos investigadores, si las salamandras gigantes japonesas desaparecen, el ecosistema del rio sufrirá por lo que ellas están en el tope de la cadena alimentaria del rio. Ahora, no estamos ante un anfibio común, sino a una criatura legendaria y fósil viviente, además, es el símbolo de la sostenibilidad de Satoyama, una vida comunitaria donde se expande el paisaje tradicional del campo de Japón tan hermoso. 

Pues, si un cuadro de una obra maestra refleja la mente y filosofía del pintor, el paisaje que estas viendo es lo que muestra la sabiduría del uso sostenible de la cultura milenaria por los japoneses con la naturaleza. Sin embargo, estos últimos años, se está desapareciendo este paisaje precioso del campo por la obra pública no planificada del rio, y como consecuencia se está destruyendo los lugares donde se anidan los huevos de las salamandras gigantes de Japón. Todo lo que te conté ahora, lo aprendí a través de un viaje inesperado a la prefectura de Tottori, la ciudad que se llama Nichinan. Creo que hay miles de razones para viajar, sea para escapar de la vida cotidiana, relajar un rato o pasarlo bien con tu familia, amigos o simplemente solo, y cada uno tiene su forma de disfrutar en su viaje. Pero lo atractivo del viaje es, donde quiera que vayas, termina descubriendo algo nuevo o una experiencia nueva de tu vida. Henry Miller, un escritor americano, dice que “nuestro destino nunca es un lugar, sino una nueva forma de ver las cosas”.  Esta ves, no escojas por el destino, sino simplemente viajas para conocer más sobre la vida de esta especia legendaria japonesa, o sea, una experiencia ecológica con Andrias Japnicus en tu viaje.

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