
Un excepcional conjunto de los pabellones del templo Todaiji permite conocer la historia de cada época. Durante el periodo de Nara (710-794), el mundo budista se vio perturbado debido al aumento de los monjes no oficiales. Por ello, se invitó el monje chino Jian Zhen (Ganjin en japonés) en 754 para transmitir los preceptos correctos y se construyó una plataforma de preceptores en frente al Pabellón del Gran Buda. Es el lugar donde se impartían los preceptos para convertirse en monje formal: Kaidan-in.
El actual Kaidan-in es reconstruido en 1732, durante la época de Edo. Al entrar dentro, se encuentran los Cuatros Guardianes Divinos: Kōmokuten, Zōchōten, Tamonten y Jikokuten. Cuando se mira encima de la estatua de Jikokuten, se puede ver las huellas de las manos de los artesanos de aquella época. El descubrimiento de estas huellas dejadas en el techo hace darnos cuenta de que visitar el templo no es solamente ver las estatuas o los pabellones, sino también es para recordarnos de los maestros que crearon estas obras.